miércoles, 24 de octubre de 2018

VI - SE HIZO LA MUSICA

Las pocas palabras intercambiadas por el protagonista de “El cantor de jazz” y su querida mamá, fueron desencadenantes irreversibles hacia un cine sonoro con la palabra como papel distintivo. La música tuvo que hallar su lugar entre las voces y los sonidos ambientes. Al inicio del cine sonoro, coextistieron películas con dos tendencias: 1°) Obras teatrales filmadas (concediendo un lugar preponderante a la palabra). 2°) Comedias con guiones en los que la música de pantalla desempeñaba un papel esencial. Los primeros musicales eran apenas un muestrario de espectáculos filmados con cámara central y un plano fijo. Pero con el acercamiento a Hollywood de la coreografía de Broadway se ganó en movimiento y fantasía. LA CALLE 42 (42nd Street) (1933) Lloyd Bacon Un exitoso productor de Broadway, a pesar de su delicada salud, produce un nuevo espectáculo, financiado por un hombre rico que está enamorado de la actriz principal, Dorothy Brock, aunque ella no le corresponde. Cuando la víspera del estreno Dorothy se lesiona, es sustituida por una chica del coro. Trailer https://youtu.be/0Lvj4FJ4EEA Escena final https://youtu.be/ge8qktLangw Desde principios de los años treinta, de la mano del coreógrafo Busby Berkeley, aparecen espectaculares comedias musicales, que descomponiendo el espacio por los artificios del montaje, marcan un encuentro entre música e imágenes, que superan el marco del teatro o del ballet. “DAMES”, de "Música y mujeres" (1934) Busby Berkeley https://youtu.be/zzHO8_-Xcek “¿Qué aporta el cine en este dominio, con respecto a lo que antes de él realizaron la sinfonía, el ballet o la ópera?... El poner en juego toda la realidad carnal, concreta, sobre este ritmo fundamental, el someter el mundo entero, el cuerpo del mundo entero, arterias y arteriolas, venas y venuelas, a ese movimiento de base. El cine ofrece, a una escalada nunca alcanzada, la posibilidad soñada por un Wagner de poder organizar sobre un ritmo, el conjunto de la realidad”, Michel Chion (22). Las comedias musicales se multiplicarán por dos décadas, al son del tap, con música de Cole Porter, y esquemas narrativos de gran simpleza que tienden al final feliz. VOLANDO A RÍO (1933) Secuencia de danza interpretada por Fred Astaire y Ginger Rogers. https://youtu.be/pVpFBoj-zeY THE GAY DIVORCEE (1934) Fred Astaire y Ginger Rogers danzan al son de “Noche y Día” de Cole Porter. https://youtu.be/ydxcHACwX4Y SHALL WE DANCE (1937) Fred Astaire y Ginger Rogers "They All Laughed" https://youtu.be/5_Wl83o9HTs Danza final https://youtu.be/TdoBt-vAX-w LA MELODÍA DE BROADWAY (1940) En esta escena, Fred Astaire y Eleanor Powell regalan una lección de tap-dance al son de la inmortal melodía “Comienza el beguine”. https://youtu.be/2PaXK01JYcQ “Una primera lectura de las comedias musicales diría que se ocupan de sentimientos banales, de relaciones humanas frívolas, de gente que canta, que baila y termina siempre por enamorarse y ser feliz. Se trata de una lectura tan superficial como la superficialidad que esa lectura pretende adjudicarle al género”, José Pablo Feinmann (23). Para la comedia musical, como así también para la ópera, uno no debe alterarse por el súbito surgimiento de las rutinas del canto o el baile; tampoco preguntarse ¿dónde está la orquesta? Se deben aceptar ciertas convenciones. “Faltaba el salto decisivo, es decir, la puesta total en música del espectáculo teatral. Era un solo peldaño, pero un escalón que sólo los italianos, insuperables transfiguradores de la realidad, se atrevieron a trepar sin temor al riesgo… Que sufra y se muera cantando no fue para la sensibilidad italiana un atropello a la razón o un absurdo artilugio, como aún hoy, en el siglo XXI, lo sugieren los detractores del género… fue algo así como lograr esa summa artis en la que el ser humano, feliz o acongojado, se expresa en un lenguaje al que la música permite trascender lo personal, más allá de las formas prosaicas de la expresión cotidiana. En ese mismo artificio –en todo caso tan artificioso como cualquier otro arte- está el secreto de su hechizo… más allá de la excepcional creatividad y oficio de los compositores, está la posibilidad del género para excitar las defensas más profundas de la sensibilidad humana”, Pola Suárez Urtubey (24). La década de sesenta empieza con uno de los mejores musicales jamás filmados. No tiene final feliz porque se basa en el drama de Romeo y Julieta trasladado a los barrios bajos neoyorquinos. West Side Story (Amor sin Barreras) revoluciona el género con música de Leonard Bernstein. El musical había llegado a la edad adulta y podía expresar otros contenidos (como anteriormente lo hicieron “Carmen Jones” y “Porgy and Bess”). Ya en 1957 la obra musical West Side Story alcanzó un gran éxito en Broadway. El espectáculo partía de una idea original del coreógrafo Jerome Robbins, desarrollada en estrecha colaboración con el compositor Leonard Bernstein (autor de la ópera “Candide”), el guionista Arthur Laurents, el letrista Stephen Sondheim, y el escenógrafo Oliver Smith. La partitura de West Side Story fue creada y orquestada por el propio Bernstein. El número de músicos requerido para una interpretación apropiada de la pieza está entre los más altos del repertorio de teatro musical. La partitura necesita de cinco instrumentistas de viento-madera (cada uno encargado de varios instrumentos), siete metales, cinco percusionistas, un teclista, un guitarrista y doce instrumentistas de cuerda. En total, son necesarios 30 músicos para interpretar la partitura tal cual fue escrita por el compositor. Musical en Broadway https://youtu.be/CoE5Y6peV9E AMOR SIN BARRERAS (1961) Robert Wise – Jerome Robbins Nace el amor entre María y Tony, dos componentes de las pandillas de inmigrantes, enfrentadas entre sí. Los Jets y los Sharks son irreconciliables. A diferencia de los musicales anteriores, el muchacho no podrá quedarse con la chica, después de haber matado al hermano de María, morirá en los brazos de su amor. Por un lado en esta obra, se destaca la ilusión por la libertad, la modernidad y el consumismo, y por el otro, se señala el desengaño ante la marginación racial y la pobreza. Créditos https://youtu.be/C36llSobVHc?list=PLC1AFC5346DA2D242 Canciòn de los Jets https://youtu.be/exGJsv6ZNlo?list=PLC1AFC5346DA2D242 Tonight https://youtu.be/QpaS2v-r7cE?list=PLC1AFC5346DA2D242 CABARET (1972) Bob Fosse El director, bailarín y coreógrafo, Bob Fosse realiza tres filmes admirables (Sweet Charity, Cabaret, y All that jazz) intentando que el musical y el drama se crucen sin anularse. Cabaret, que está basada en la novela “Adios Berlín” (1939) de Christopher Isherwood, trata sobre el advenimiento del nazismo, y cuenta la historia de Sally Bowles (Liza Minnelli), una cantante de cabaret berlinés de los años ´30. Tomorrow belongs https://youtu.be/29Mg6Gfh9Co?list=PL3A51ADE7BA728516 Maybe this time https://youtu.be/9ZkfvFYRuxU?list=PL3A51ADE7BA728516 Tiller girls https://youtu.be/BRTmvjXs1i0?list=PL3A51ADE7BA728516 “La comedia musical fue inicialmente una respuesta al derrumbe de Wall Street y la crisis de los años 30. Dos décadas más tarde, en plena Guerra Fría, “Cantando bajo la lluvia” establece, desde su título, el sentido final del género: aunque los tiempos sean malos, aunque sean oscuros e impiadosos, no dejemos de cantar, de buscar la alegría y compartirla con los otros. Es por alegría que toleramos las desdichas de este mundo. Por eso… las comedias son eternas”, José Pablo Feinmann (25). “CANTANDO BAJO LA LLUVIA” (1952) Stanley Donen – Gene Kelly https://youtu.be/9cZqwV6u-bw Como música incidental, Hollywood también impuso la gran forma: orquesta sinfónica, virtuosismo de los compositores al servicio de los estudios, partituras basadas en un uso cada vez más brillante del leitmotiv. La música sinfónica, que se convertiría en toda una marca de fábrica de los estudios hollywoodienses, no se impuso hasta “King Kong” (1932), de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, con partitura de Max Steiner. Antes de esa fecha, los medios técnicos no permitían montar simultáneamente de forma satisfactoria, las palabras, los sonidos y la música. El compositor austríaco Maximilian Steiner, formado musicalmente por Gustav Mahler en la academia vienesa y por Dimitri Tiomkin en el conservatorio de San Petersburgo, se trasladó a los EE.UU. tras los avatares de la Primera Guerra Mundial. Reconocido por el uso reinvindicado del sinfonismo y pionero de las grandes masas orquestales, Steiner dejará una perdurable huella en la música cinematográfica. KING KONG (1933) Merian Cooper / Ernest Schoedsack Esta película, especialmente conocida por la animación stopmotion creada por Willis O´brien y por la innovadora partitura de Max Steiner, nos relata las vicisitudes que padece un gigantesco simio llamado Kong, quien habita en una remota isla prehistórica. Cuando lo atrapan, es llevado a Nueva York, donde encadenado, es exhibido como una mercancía circense. King Kong se revela, y muere en un intento de poseer a una bella y joven mujer. Parte 1 https://youtu.be/CBMr9iYDg20 Trailer https://youtu.be/H0WpKl2A_2k Kong y el Empire State Building https://youtu.be/CuRQH_hLcTw https://youtu.be/NOq8IjDMKIw LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939) Víctor Fleming Un relato romántico insertado en la guerra civil norteamericana es la base de la historia de Rhett Buttler (Clark Gable), Scarlett O´Hara (Vivian Leigth), y Melanie Hamilton (Olivia de Havilland). Ganadora de 10 premios de la Academia, esta película con música de Max Steiner se ubica en el esplendor del sinfonismo hollywoodiense. Fin de primera parte https://youtu.be/tRuXTjcWy4E?list=PL8tmC-ZWmxx3fWD6GOOlB2i_DBAeLYrhV Fin de segunda parte https://youtu.be/BuMX9uVvnX0?list=PL8tmC-ZWmxx3fWD6GOOlB2i_DBAeLYrhV El peso del sinfonismo no impidió que nuevas generaciones de compositores y cineastas renueven sin cesar la escritura musical para el cine. El compositor, orquestador y director de orquesta Bernard Herrmann impone su personalísimo estilo (Ciudadano Kane, 1943, Orson Welles), influido por Claude Debussy y Charles Ives. Su escritura original de la música, incitó a los jóvenes compositores de los años cincuenta, a tomarse libertades con la ortodoxia hollywoodiense.. Elmer Bernstein, Henry Mancini, André Previn, Quincy Jones y Lalo Schifrin, imponen un nuevo equilibrio orquestal donde los metales, originarios del jazz, ostentan un papel predominante. En Europa también se destacan nuevos compositores. Georges Delerue, Antoine Duhamel, Michel Legrand, y Pierre Jansen en Francia; mientras que, Nino Rota, Giovanni Fusco, y Ennio Morricone, en Italia. Desde los cincuenta y sesenta, elegir el tema musical para una película, se hizo cada vez más importante. Una melodía pegadiza puede contribuir a un lanzamiento comercial, y convertirse en la “imagen sonora” de un film. Para muchas películas, la música es un elemento esencial de una estrategia comercial que no se preocupa demasiado por las cuestiones estéticas de la música cinematográfica. Con la llegada, en 1977, del sistema Dolby Estéreo, que mejora el rendimiento del sonido óptico y multiplica las señales sonoras, se presenta el primer episodio de “La guerra de las galaxias” con una vasta partitura de John Williams, basada en leitmotivs reconocibles. Se retorna entonces, a la vena del gigantismo de Max Steiner, heredero a su vez de Wagner, pero ahora renovado en su escritura, con aportaciones contemporáneas, y con una paleta orquestal notablemente enriquecida. Una de las consecuencias del Dolby es el retorno de las películas dedicadas a la música clásica, biografía de compositores célebres, y óperas filmadas. Entre otros. Mozart en “Amadeus” (1984), Chopin en “La note bleue (1991), Beethoven en “Amada inmortal” (1994), y las óperas “Don Giovanni” (1980), “Parsifal” (1981), “Carmen” (1984), “La Boheme (1987). Todas estas películas plantean con especial agudeza, la inagotable cuestión del poder de la música en el cine. (22) “La musique au cinéma”. Pág. 90. Ed. Fayard (1997). (23) “El cine por asalto”. Pág. 81. Ed. Planeta (2006). (24) “La ópera, 400 años de magia”, pág. 14. Ed. Claridad. (25) “Siempre nos quedará París”. Pág. 143. Ed. Capital Intelectual (2011).

No hay comentarios: